De los honores y privilegios de la Casa de Mier

Los archivos de la Chancilleria de Valladolid, el Archivo Histórico Nacional y el de Indias están llenos de referencias a lo Mier y destacan los expedientes donde se hace mención a hidalguías, la Ordenes Militares de Santiago y San Juan de Jerusalen, oficios municipales, derechos de enterramiento y asiento en las iglesias de San Pedro de Plecin, San salvador de Abándames. San Pedro de Mier, etc. También títulos de nobleza como el marquesado de Santa Coa y vizconde del Pedroso, concedidos a Juan Bautista de Mier y de la Torre.

A este respecto, es esencial tener en cuenta el contexto histórico y socio-económico en que se desarrollaban los acontecimientos durante los siglos XVI-XVII. Subsistente aun el Antiguo Régimen, un origen esclarecido, la condición de hidalgo de casa y solar conocido, así como la relación de méritos y servicios al Estado era la base para la exención de impuestos y condición necesaria para obtener el permiso para viajar a las Indias, acceder a cargos y oficios públicos, incorporarse al clero o el ejercito, y concluir matrimonios ventajosos. Muchas veces, el interés era directamente de poder político (cargos municipales y de justicia) y/o con contenido económico (cargos de escribano; derechos y beneficios de patronazgo sobre fundaciones eclesiásticas, etc).

Esta situación, y precisamente en relación al Principado de Asturias, esta siendo estudiada por María Ángeles Faya Díaz, quien hasta la fecha ha publicado La nobleza en la Asturias del Antiguo Régimen (KRK Ediciones 2004), Nobleza y poder en la Asturias del Antiguo Régimen (KRK Ediciones 2007) y Nobleza y Ejercito en Asturias de la Edad Moderna (KRK Ediciones 2008). Como expone con todo detalle y rigor María Ángeles Faya Díaz, y puede también constatatarse en las notas publicadas y que iremos publicando, las familias invertían considerables esfuerzos y caudales en la defensa de sus privilegios (derechos de presentación, asiento y enterramiento en relación a las iglesias; oficios municipales) y honores (hidalguías, ordenes y títulos de nobleza), que en definitiva constituía una parte esencial del patrimonio de la casa.