Según el AHN (ES.28079.AHN/12.4.1//OM-EXPEDIENTILLOS,N.72612 y ES.28079.AHN/12.2.1//OM-CABALLEROS_SANTIAGO,N.5294 2) y el DICCIONARIO era natural de Mier, hijo de Dionisio Mier y Torre e Isabel de la Guerra Mier, residente en Mompox. Caballero de la Orden de Santiago, en la que ingreso el 16 de noviembre de 1743. Asi mismo lo declara él en el testamento otorgado el 11 de agosto de 1778 y que consta en el Archivo Histórico Nacional de Bogota 2, donde dice de su padre “Señor que fue de la casa de Mier”.
Según Faya (obra cit. pag. 67), nacido en Mier en 1710. Dicha información coincide con lo declarado, entre otros, por Fernando Somohano - Juez del estado noble de Peñamellera - y Pedro de Mier y Carabes - párroco de Mier, con 80 años - el en las pruebas (ES.28079.AHN/12.2.1//OM-CABALLEROS_SANTIAGO,N.5294 2pag. 4 vuelta) que en 1743 le atribuye 33 años. El referido expediente incorpora su certificado de bautismo (pag. 77 vuelta) que se celebró el 19 de marzo de 1710 en la parroquia de San Pedro de Mier, siendo sus padrinos su tío materno Juan Guerra de Mier y Juliana de Mier.
Según el testamento otorgado el 11 de agosto de 1778 y que consta en el Archivo Histórico Nacional de Bogota 2, casado con su prima hermana Dña. Juana Bartola de Mier y Vargas Gutiérrez de la Rozuela, y no tuvieron hijos. Según declara, su esposa y prima era hija de Juan Bautista de Mier y de la Torre, Marques de Santa Coa.
Según Faya (obra cit. pag. 67), nacido en Mier en 1710. Dicha información coincide con lo declarado, entre otros, por Fernando Somohano - Juez del estado noble de Peñamellera - y Pedro de Mier y Carabes - párroco de Mier, con 80 años - el en las pruebas (ES.28079.AHN/12.2.1//OM-CABALLEROS_SANTIAGO,N.5294 2pag. 4 vuelta) que en 1743 le atribuye 33 años. El referido expediente incorpora su certificado de bautismo (pag. 77 vuelta) que se celebró el 19 de marzo de 1710 en la parroquia de San Pedro de Mier, siendo sus padrinos su tío materno Juan Guerra de Mier y Juliana de Mier.
Según el testamento otorgado el 11 de agosto de 1778 y que consta en el Archivo Histórico Nacional de Bogota 2, casado con su prima hermana Dña. Juana Bartola de Mier y Vargas Gutiérrez de la Rozuela, y no tuvieron hijos. Según declara, su esposa y prima era hija de Juan Bautista de Mier y de la Torre, Marques de Santa Coa.
En http://www.encolombia.com/conquista3_ginecobstetricia.com, transcribiendo el DIARIO DE OBSERVACIONES de D. José Celestino Mutis, médico de Santafé en 1761, Dña. Juana Bartola de Mier ejerció de protomedico en Mompox -donde residía- autorizada por el Protomedicato, que era el tribunal encargado de conceder licencias para tal efecto. Era persona considerada docta en cuestiones médicas en general y atendió con éxito a D. Jerónimo de Mendoza, teniente de la Guardia de alabarderos del virrey Pedro Messía de la Zerda.
En la Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango del Banco de La Republica de Colombia, en el capítulo Geografía Humana de Colombia, Tomo II, capitulo 3.1
(www.lablaa.org/blaa.org/historia/caminos/llanu6a.htm), se detalla la situación y doblamiento de Santa Marta, la política poblacional de José Fernando de Mier y dice que Juan Bautista de Mier, Martes de Santa Coa, era “pariente y enemigo”. Probablemente explica que la sucesión del título no pasase a su hija, sino a otro sobrino, hijo de su hermana Ana.
En el testamento de su padre que consta testimoniado en la pag. 96 vuelta del expediente, en 1734 ya estaba en Indias. También sus hermanos Juan Antonio y Emeterio.
El 22 de abril de 1738, haciéndole vecino de Mompox, fue elegido Juez, Alcalde Ordinario y Capitan de Milicias del Valle de Pemamellera (pag. 112 y Apéndice 14; ES.28079.AHN/12.2.1//OM-CABALLEROS_SANTIAGO,N.5294 2).
Según Luis Elías Calderón (obra cit. pag. 7) murió en 1780 en Colombia (con 70 años).
En la pag. 114 de las probanzas del reiterado expediente dice que el Pretendiente “tiene su casa y escudo – la de su madre - de armas como otros honores en esta Parroquia y referido lugar de Abándames; para maior comprobación pasamos (…) a la iglesia Parroquial de S. Salvador de este lugar y haviendo entrado en ella, hallamos a el lado de el evangelio en la capilla maior el primero y lugar más preeminente, y pegado a la grada del Altar maior un asiento a modo de vanco de madera labrado, y a el mismo mas abajo debajo del arco donde principia el asiento de las mugeres ai otro a modo de tarima donde sientan las mugeres de la casa y familia, y contigua su losa de piedra labrada, sepultura donde depositan los cuerpos de la casa y familia (…)”. En la misma diligencia, pag. 114 vuelta dice que “(…) pasamos todos a el reconocimiento de la casa y escudo de armas que tiene en este lugar dicho Pretendiente “su situación y fachada mira a el camino y esta en la calle mas publica, lo que demuestra mucha (…), y en medio de la fachada tiene un escudo de piedra labrada que denuestra por cabez un casco con su águila enzima, dos figuras de dos cabezas y el medio de ellas una espada, y las letras (…) dicen Armas de Guerra; I mas abajo (…) con las armas de la casa de Mier que son una cruz, cinco corazones, una espada y tres ramitos como de flores de los y quatro flores a modo y hechura de estrellas y en su circunferencia que habraza ambas demarcaciones ai un rotulo que dice ADELANTE EL DE MIER POR MAS VALER; y debajo de el rotulo que dice Armas de Guerra reconocimos una inscripción que dice AVE MARIA. Dicho escudo tiene asimismo a lo último dos leones y en el medio de ellos la figura de una cabeza, y la figura de otras dos en la parte suyperior de dicho escudo”.
Fernando Somohano - Juez del estado noble de Peñamellera (pag. 4 vuelta) – y Pedro de Mier Carabes – párroco de Mier (pag 6) - , entre otros, en el expediente de las pruebas (ES.28079.AHN/12.2.1//OM-CABALLEROS_SANTIAGO,N.5294 2, pag. 5) señalan a su familia como de “primer Lustre, Distinción y Antigüedad de este País y sus contornos, (…) y que el pretendiente tiene Asiento y Sepultura preeminentes en la iglesia de San Pedro de Mier y en Alles y su Parroquia de San Pedro de Plecín (…) tiene su casa sepulcro a modo de túmulo, de piedra labrada hechura antigua, y asiento también de piedra labrada en la capilla mayor a el lado del evangelio, y en la Parroquial de San Salvador de Abándames sabe también tiene el pretendiente su asiento el primero a el Altar Mayor y lado del evangelio con su sepultura pegada a la grada de otro Altar; y sabe igualmente que es percipiente el Pretendiente de los frutos decimales de la referida parroquia de San Salvador”. En relación a los frutos decimales de la parroquia de San Salvador, el párroco precisa que “(…) por este concepto en el beneficio curato de esta tiene tres representaciones (…)”. Ambos dicen que acreditan más su notoria Nobleza por contar en su cuarto grado de parentesco “ (…) a Toribio de Mier, obispo que fue de Pamplona y Virrey del Reino de Navarra; D. Fernando Gregorio de Mier, Governador que fue del Consejo de Hacienda; y Francisco, Diego y Antonio de Mier, cavalleros comendadores que fueron de la orden de San Juan y colegiales en el Mayor de el Arzobispado de Salamanca”, todo lo que le consta por “papeles que vio y tiene registrado, y por noticias que se hablan (…)”.
Efectivamente, Toribio Antonio de Mier y Caraves, que nació en el Palacio de la Collada y fue Obispo de Pamplona, en cuya catedral esta enterrado. Nombrado Obispo por Bula de Inocencio XII a Carlos II de 2 de enero de 1693 que consta en AGdS (ES.47161.AGS/3.2.30//PATRONATO REAL,CAJA 63,DOC.103 2), ocupó el cargo hasta 1698. También queda confirmado dicho el extremo relativo a los Caballeros de la Orden de Sanjuán el AHN, donde constan, datadas 1668 las pruebas datadas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de de San Juan Jerusalén de Antonio, Francisco y Diego Mier Salinas Gómez de Mier y Davila (OM-SAN_JUAN_DE_JERUSALEN, EXP.23479; OM-SAN_JUAN_DE_JERUSALEN, EXP.23480 y OM-SAN_JUAN_DE_JERUSALEN, EXP.23480).
En el mismo expediente, pags. 101, 102, 102 vuelta y 103 se testimonia su inscripción en el libro del Padrón de goces de Nobleza del año 1737, 1730, 1723 y 1717 como hidalgo notorio, de casa y solar conocido.
En el expedientillo, consta un certificado del Secretario y Contador de las Ordenes de Caballería que acredita el pago por parte de José Fernando, con motivo de su nombramiento como Caballero de la Orden de Santiago, de un importe de 900 Ducados “por los servicios de su Montado, Galeras y licencia de profesar en los Reynos de las Indias”, así como 45 Ducados por la fabrica del habito.
El mismo expedientillo, en 1743 le hace Coronel de las milicias del partido de Mompox. En el expediente de la pruebas (pag. 1), le cita como Maestre de Campo de la Provincia de Santa Marta en 1743. En la relación de meritos de 1753 se decía que en la última invasión de los ingleses abasteció de víveres a la plaza de Cartagena. Defendió personalmente Santa Marta con su persona y las milicias del país como Maestre de Campo, manteniéndolas a sus expensas y haciendo donación a la hacienda de 1336 pesos y anticipo 70 pesos a los oficiales. Consiguió establecer 12 poblaciones a las orillas del rio de la Magdalena con una población total de 3.581 personas.
La misma información sobre el suministro de caudales y víveres en la defensa de Cartagena contra los ingleses refiere el testigo 3 de las pruebas (pag. 3), que además dice que “los Virreyes han hecho particular aprecio y estimación de su persona, tanto por su distinción como por su acreditado celo en el servicio” (lo mismo el testigo 4, pag.3 vuelta).
Según Viloria de la Hoz, dice que llego allí donde ya estaban instalados sus tios Juan Bautista y José. Obtuvo el grado de Maestre de Campo, así como la misión de fundar o congregar pueblos en la antigua provincia de Santa Marta. Según Luis Elías Calderón (obra cit) fue el virrey Sebastián de Eslava que en 1744 comisionó expresamente “al español Maestre de Campo y Caballero de la Orden de Santiago domiciliado en en Mompox, José Fernando de Mier y Guerra para que fundara poblaciones en la Provincia de Santa Marta y contuviera principalmente con ello a la bárbara belicosa nación chimila”. Luis Elías Calderón dice también de él que “Este sanguinario personaje había prestado antes sus servicios a la Corona en la pacificación de los indios en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta y en el envio de carnes y gente para afrontar los ataques piratas y corsarios a las plazas de Cartagena y Santa Marta. José Fernando de Mier enmarcó su recorrido entre Tamalameque y Plató, con Mompox como centro de operaciones. Así comenzó desde 1744 hasta 1754 sus refundaciones como El Banco, Tamalameque, Santa Ana y el propio Plato; y sus fundaciones entre las que se cuentan San Zenón, San Fernando y Pinto”.
En el Archivo Histórico Nacional de Colombia en Bogota existe la reseña de PACIFICACION DE LOS CHIMILA. Informe de Don José Fernando de Mier y Guerra en Vol. 43, fols868-906, año 1764.
En la Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango del Banco de La Republica de Colombia, en el capítulo Camino Reales de Colombia (www.lablaa.org/blaa.org/historia/caminos/llanu6a.htm), dice que las familias Mier, Trespalacios y Hoyos de Mompox fueron dueñas de extensos fundos que abacarban desde la region de San Benito Abad, en el San Jorge. El “tapon” de las tribus chimila impedía la comunicación entre la región de El Paso - rica en ganados – y las ciuadades de Santa Marta y Cartagena, que se abastacian de estos. Dice el Autor que Jose Fernando de Mier había participado exitosamente en la represión de los arhuacos y koguis del sureste de la Sierra Nevada, y como premio por su labor, recibió del Cabildo de Santa Marta las estancias de Curucatá, Pantano y Tenso, cerca de San Sebastián de Rábago en las que utilizó a los indios sometidos y concertados. Luego compro un hatillo de ganado vacuno, bestias, herreria y molinos en la jurisdicción de Pueblo Nuevo, Valencia de Jesús, en la llanura de Upar.
Según una reseña de Guamal (http://orbita.starmedia.com/guamaleros/orderintro.htm) “Don José Fernando de Mier y Guerra, caballero de la orden de Santiago y Mariscal de Campo fundó a Nuestra Señora del Carmen de Barrancas, en la baranda oriental del rio Magdalena, brazo de Monpox el 16 de julio de 1747, habitada por indios chimilas y pocabuy que vivian en casas de barahaque (...). Mier y Guerra lo colonizo trayendo consigo aproximadamente 120 personas en los que figuraban los ancestros de las familias Guerra, Ospino, Rodríguez, Trespalacios, Rangel y Yépez oriundos de la boca de guamal”.
Según http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/credencial/sept2001/ciudades.htm , Fernando de Mier y Guerra reorganizo en 1751 la ciudad de Cienaga (Magdalena), fundada en 1538 por fray Tomás Ortiz ( y que fue municipio en 1867. También dice que José Fernando Mier y Guerra fundó la ciudad de Remolino (Magdalena) en 1752, trasladada en 1811 a su actual úbicación y constituida como municipio en 1814.
Según http://www.gobmagdalena.gov.co/ la localidad de San Sebastián fue fundada en 1748 por Fernando Mier y Guerra con el nombre de San Sebastián de Melchiquejo, que tambien fundó San Zenon. Dice que “En 1750 José Fernando Mier y Guerra funda San Zenon de Navarro, reservándose una gran cantidad de tierra para desarrollar el hatillo de Pijiño”, constituido en Municipio en 1996.
Según Joaquín Viloria de la Hoz (2ª obra cit., pag. 8) “esta política borbónica de repoblamiento, que en la Costa Caribe se hizo efectiva a través de las expediciones encabezadas por José Fernando de Mier y Guerra, (...), impulso el surgimiento de algunos circuitos comerciales en la región como el conformado por Corozal como epicentro, y las poblaciones de El Carmen, San Benito Abad, Magangue, Sincelejo y Tolú”.
Según Adolfo Meisel y María Aguilera (obra cit. pag 9), “otra campaña bastante exitosa para reorganizar la población fue la que realizó, entrte 1744 y 1780, José Fernando de Mier y Guerra en la ribera oriental del rio Magdalena. El objetivo de esa campaña fue el repoblamiento, y en ella se fundaron y refundaron veinte poblaciones, con el fin de debilitar el dominio que sobre la zona habían ejercido los chimilas, impidiendo la navegación por el rio Magdalena y las actividades agropecuarias”.
Se le refiere en diversos estudios como el principal responsable de los repoblamientos en la costa atlántica de Colombia a partir de 1743. Al respecto y sobre la reorganización borbónica de los asentamientos ver SANTA ANA: ORIGEN, REPOBLAMIENTO Y TRASLADO de Luis Elías Calderón, PIONEROS EN LA FRONTERA COSTEÑA: ANTONIO DE LA TORRE Y MIRANDA, VIAJERO Y POBLADOR de Pilar Moreno de Ángel (Editorial Planeta, Bogota, 1993 2; cita en pag 2 a JF de Mier destacando su protagonismo) y SOBERANIA Y SEGURIDAD ALIMENTARIAS POR LA VIA CAMPESINA: RETORNO AL CAMPO de Mario Mejía Gutiérrez (septiembre 2002 2; cita a JF de Mier caso sobresaliente en la reducción de los enmontados a poblados de libres).
Según Luis Elías Calderón (obra cit. pag 7) a su muerte, en 1780, fue reemplazado en sus funciones administrativas por D. Gonzalo José de Hoyos y Mier, Marques de Torre de Hoyos que renuncio al cargo en 1797 por hostigamiento político. En su testamento (otorgado el 11 de agosto de 1778 y que consta en el Archivo Histórico Nacional de Bogota) cita a su sobrino carnal Gonzalo Jose de Hoyos, hijo de su hermana Simona.
Según Jaramillo Uribe (Op. cit.), citando a Hermes Tovar (Op. cit.), “tres propietarios, Don José Fernando de Mier y Guerra, Don Gonzalo José de Hoyos – también sobrino de Juan Bautista Mier y de la Torre – y Doña Micaela Lans poseían 170.000 hectáreas”. Mestre Cameño (Op. cit.) dice, citando textualmente a Jaime Uribe en pie de pagina que “tres grandes hacendados residentes en Mompox y Cartagena, Andrés de Madariaga, Marques de Pestagua, Micaela de Lanz y José Fernando Mier y Guerra, concentraba en sus manos 170 mil hectáreas. El último era poseedor de 100 mil”.
Según el autor de BREVE HISTORIA DE LA GANADERIA COLOMBIANA (www.fedegan.org.co), era dueño de unas 77.000 hectareas que formaban la Hacienda de la Loba.
Faya (obra cit. pag.67) dice que solicitó titulo nobiliario, aunque no se le concedió (obra cit. pag 22). Dicha solicitud, de fecha 1753, consta en AGS como Memorial de meritos solicitando titulo de Castilla (ES.47161.AGS/19.2//SGU,6799,50). En el Memorial adjunto argumenta que fue de los que se esmeraron en abastecer de víveres a la plaza de Cartagena, contribuyo a la defensa de Santa Marta con su persona y las milicias como Maestre de Campo, donó a la Real Hacienda 1.336 pesos y consigió establecer 12 poblaciones con 3.581 personas, en los márgenes del Rio de la Magdalena y Sierra Nevada.
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